Según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) de EE.UU., en 2020 se produjeron más de 23.000 casos de lesiones y enfermedades profesionales debidas a la exposición a sustancias o entornos nocivos. Este resultado incluye los casos en los que los operarios de primera línea estuvieron expuestos a sustancias químicas y la falta de seguridad química en el lugar de trabajo.
Los riesgos químicos están presentes en muchos lugares de trabajo y pueden causar una amplia gama de lesiones y enfermedades, entre ellas:
- Quemaduras: Los productos químicos pueden causar quemaduras químicas, que pueden ser graves y requerir atención médica.
- Problemas respiratorios: Las sustancias químicas pueden causar problemas respiratorios como asma, daños pulmonares y bronquitis.
- Envenenamiento: Las sustancias químicas pueden causar intoxicaciones agudas o crónicas, que pueden provocar síntomas como náuseas, dolores de cabeza y convulsiones.
- Cáncer: La exposición a determinadas sustancias químicas, como el benceno y el amianto, puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer.
Existe un programa de símbolos del SGA (Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos) para el etiquetado de envases y riesgos laborales. Estos pictogramas de peligro nos ayudan a saber que la presencia de un producto químico peligroso puede causar daños al trabajador de primera línea y al medio ambiente.

Cómo realizar una evaluación de riesgos
Realizar una evaluación de riesgos en seguridad química es un paso muy importante para garantizar la seguridad de los operarios de primera línea en cualquier entorno de trabajo que implique la manipulación y el uso de productos químicos. A continuación se indican los pasos para realizar una evaluación de riesgos en un entorno de trabajo general:

- Identificar las sustancias químicas: Se trata de crear un inventario exhaustivo de todas las sustancias químicas presentes en el entorno de trabajo. Es esencial revisar las Fichas de Datos de Seguridad (FDS) de cada producto químico para asegurarse de que dispone de información precisa y actualizada sobre sus propiedades y peligros.
- Evaluar los peligros: A la hora de asociar los productos químicos, es importante tener en cuenta tanto sus peligros físicos como para la salud. Los peligros físicos pueden incluir inflamabilidad, explosividad y reactividad, mientras que los peligros para la salud pueden incluir toxicidad, carcinogenicidad e irritación cutánea u ocular. También es esencial tener en cuenta los riesgos medioambientales asociados a las sustancias químicas, como la posible contaminación del aire o el agua.
- Identificar la exposición potencial: Para identificar las posibles vías de exposición, considere las diferentes tareas laborales que implican la manipulación o el uso de sustancias químicas. Por ejemplo, los operarios de primera línea que mezclan o transfieren sustancias químicas pueden estar expuestos por inhalación, contacto con la piel o ingestión. Los operarios de primera línea que limpian derrames pueden estar expuestos por contacto con la piel o inhalación.
- Evalúe los riesgos: Una vez identificados los peligros y las vías de exposición, hay que evaluar los riesgos asociados a cada uno de ellos. Esto implica considerar la probabilidad y gravedad de los daños que podrían derivarse de la exposición a cada producto químico. Por ejemplo, un producto químico muy tóxico que se utiliza con frecuencia en una zona mal ventilada plantea un alto riesgo de daño para los operarios de primera línea.
- Controlar losriesgos: Tras evaluar los riesgos, hay que aplicar controles para reducirlos o eliminarlos. Esto puede implicar controles técnicos, como sistemas de ventilación o espacios de trabajo cerrados, controles administrativos, como procedimientos normalizados de trabajo o programas de formación, y equipos de protección individual, como guantes o mascarillas.
- Supervisar y revisar: El seguimiento y la revisión periódicos de las evaluaciones de riesgos son esenciales para garantizar la seguridad de los operarios de primera línea en un entorno de trabajo peligroso. Implica la realización de controles u otras pruebas para medir los niveles de sustancias químicas existentes en el entorno de trabajo e identificar cualquier nuevo peligro que pueda haber surgido.
- Formación: La formación y la comunicación periódicas con los operarios de primera línea también son fundamentales para mantenerlos informados de los riesgos asociados al trabajo con productos químicos y de los controles establecidos para protegerlos. Esto incluye el suministro de equipos de protección individual adecuados, como guantes y mascarillas de respiración, y la formación sobre su uso correcto. Los trabajadores también deben recibir formación sobre los procedimientos operativos estándar, y los controles administrativos, como la señalización y el etiquetado, deben estar claramente expuestos para evitar la exposición accidental.
En general, no realizar una evaluación de riesgos puede ser un error costoso que puede provocar daños a los operarios de primera línea, daños al medio ambiente y responsabilidades legales para la empresa. En general, un programa integral de seguridad química que incluya la identificación y evaluación de peligros, la evaluación de riesgos, la aplicación de controles y la supervisión y revisión periódicas del programa puede reducir en gran medida el riesgo de daños a los operarios de primera línea en un entorno de trabajo peligroso. Siguiendo estas instrucciones específicas, habrá realizado una evaluación de riesgos en materia de seguridad química para un entorno de trabajo general y contribuido a proteger la salud y la seguridad de los operarios de primera línea.
La razón de no realizar una evaluación de riesgos
Hay varias razones por las que los operadores de primera línea pueden no realizar las evaluaciones de riesgos:
- Falta de formación: Es posible que muchos operarios de primera línea no hayan recibido la formación adecuada sobre cómo realizar una evaluación de riesgos o no comprendan su importancia para garantizar su seguridad.
- Falta de concienciación: Los operarios de primera línea pueden no ser conscientes de los peligros potenciales asociados a las sustancias químicas con las que trabajan o de la importancia de evaluar esos riesgos.
- Falta de tiempo: Los operarios de primera línea pueden pensar que realizar una evaluación de riesgos les lleva demasiado tiempo e interfiere en su capacidad para completar sus tareas laborales.
- Exceso de confianza: Los operarios de primera línea pueden tener una falsa sensación de seguridad y creer que están familiarizados con los peligros y riesgos asociados a su entorno de trabajo, lo que les lleva a saltarse el proceso de evaluación de riesgos.
- Complacencia: Si una empresa no ha sufrido accidentes o incidentes significativos en el pasado, los operarios de primera línea pueden volverse complacientes y no reconocer la importancia de realizar evaluaciones de riesgos periódicas.

Para animar a los operarios de primera línea a realizar evaluaciones de riesgos, es importante proporcionarles la formación y el apoyo adecuados, y comunicarles la importancia de realizar evaluaciones de riesgos y notificar los peligros. Con evaluaciones de riesgos y controles adecuados, los operarios de primera línea pueden realizar su trabajo con seguridad y confianza.
Foto 3: Evaluación de riesgos
Cómo ayudar al trabajador a realizar la evaluación de riesgos antes de incorporarse al trabajo
- Impartir formación: Los operarios de primera línea deben recibir formación sobre cómo identificar los peligros y evaluar los riesgos antes de empezar a trabajar. Esta formación debe incluir información sobre los tipos de peligros que pueden encontrar, cómo identificarlos y cómo evaluar su riesgo potencial. Los trabajadores también deben recibir formación sobre cómo utilizar cualquier herramienta o recurso que se les proporcione para ayudarles a realizar una evaluación de riesgos.
- Proporcionar herramientas: Los operadores de primera línea deben disponer de herramientas que les ayuden a realizar las evaluaciones de riesgos. Estas herramientas pueden incluir listas de comprobación, directrices y materiales de referencia. Las listas de comprobación pueden ayudar a los operarios de primera línea a identificar los peligros y evaluar su riesgo potencial, mientras que las directrices pueden ayudarles a comprender cómo gestionar esos riesgos. Los materiales de referencia, como las Fichas de Datos de Seguridad de los Materiales (FDS), pueden proporcionar información sobre sustancias químicas específicas y sus peligros.
- Implicar a los trabajadores: Hay que animar a los operarios de primera línea a que hagan aportaciones y comentarios sobre el proceso de evaluación de riesgos. Al implicar a los trabajadores en el proceso, se sentirán más implicados en el resultado y es más probable que asuman como propios los riesgos y peligros asociados a su trabajo. Esto puede conducir a un entorno de trabajo más seguro en general.
- Que sea rutinario: las evaluaciones de riesgos deben ser una parte rutinaria de las actividades laborales. Los operarios de primera línea deben comprender la importancia de realizar una evaluación de riesgos antes de empezar a trabajar y ser conscientes de las consecuencias de no hacerlo. Los empresarios deben dejar claro que las evaluaciones de riesgos son una parte obligatoria de sus actividades laborales y que los operarios de primera línea que no las realicen pueden enfrentarse a medidas disciplinarias.
- Proporcionar apoyo: Debe ofrecerse a los operarios de primera línea apoyo y recursos para ayudarles a realizar evaluaciones de riesgos eficaces. Esto puede incluir el acceso a profesionales de la seguridad, que pueden proporcionar orientación y asesoramiento sobre el proceso de evaluación de riesgos. Los empresarios también deben proporcionar a los operarios de primera línea los equipos de protección individual (EPI) necesarios para ayudarles a mitigar los riesgos asociados a su trabajo. Al ofrecer a los operarios de primera línea apoyo y recursos, estarán mejor equipados para realizar evaluaciones de riesgos y tomar decisiones informadas sobre su trabajo.
Realizar una evaluación de riesgos es crucial para garantizar la seguridad de los trabajadores en un entorno laboral peligroso. No realizar una evaluación de riesgos puede tener graves consecuencias, como lesiones o enfermedades causadas por la exposición a sustancias químicas peligrosas. Los beneficios incluyen la mejora de la seguridad, una mayor conciencia de los peligros potenciales, el cumplimiento de la normativa y el ahorro de costes mediante la prevención de lesiones y daños en los equipos.